Tobías 4, 2-3

y se dijo para sí: «Yo estoy deseando ya la muerte. Así que voy a llamar a mi hijo Tobías y le voy a hablar de este dinero antes de morirme.» Llamó, pues, Tobit a su hijo, que se presentó ante él. Tobit le dijo:
«Cuando yo muera, me darás una digna sepultura; honra a tu madre y no le des un disgusto en todos los días de su vida; haz lo que le agrade y no le causes tristeza por ningún motivo.
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