Zacarías 12, 3-4

Aquel día haré de Jerusalén una piedra de levantamiento para todos los pueblos: todos los que la levanten se desgarrarán completamente. Y contra ella se congregarán todas las naciones de la tierra. Aquel día —oráculo de Yahvé— haré que se espanten los caballos y enloquezcan sus jinetes. A todos los pueblos heriré de ceguera. (Pero pondré mis ojos en la casa de Judá.)
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