Zacarías 2, 10-17


Dos llamadas a los desterrados.
¡Hala, venga, huid del país del Norte
—oráculo de Yahvé—,
ya que a los cuatro vientos del cielo
yo os esparcí! —oráculo de Yahvé—
¡Hala, sálvate, Sión,
tú que moras en Babilonia!
Pues así dice Yahvé Sebaot
que tras la gloria me ha enviado
a las naciones que os despojaron:
«El que os toca a vosotros
toca a la niña de mis ojos.»
Voy a alzar mi mano contra ellas,
y serán despojo de sus propios vasallos.
Sabréis así que Yahvé Sebaot me ha enviado.
Grita de gozo y alborozo, Sión capital,
pues vengo a morar dentro de ti,
oráculo de Yahvé.
Aquel día se unirán a Yahvé
numerosas naciones:
serán un pueblo para mí,
y yo moraré en medio de ti.
Sabrás así que Yahvé Sebaot me ha enviado a ti.
Poseerá Yahvé a Judá
como su lote en la Tierra Santa,
y elegirá de nuevo a Jerusalén.
¡Silencio, todo el mundo, ante Yahvé,
pues se despierta en su santa Morada!
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