Zacarías 4, 14

Y me dijo: «Son los dos Ungidos que están al servicio del Señor de toda la tierra.»
(6b)
Tres palabras sobre Zorobabel.
Ésta es la palabra dirigida por Yahvé a Zorobabel: No cuentan el valor ni la fuerza, sino sólo mi Espíritu —dice Yahvé Sebaot—. (7) ¿Quién eres tú, altiva montaña? Ante Zorobabel serás una explanada, y él extraerá la piedra de remate, a los gritos de «¡Bravo, bravo por ella!»
(8) Yahvé me dirigió la palabra en estos términos: (9) Las manos de Zorobabel echaron los cimientos de este Templo y sus manos lo acabarán; (sabréis así que Yahvé Sebaot me ha enviado a vosotros).(10a) ¿Quién menospreció los modestos comienzos? ¡Se alegrará al ver la plomada en la mano de Zorobabel!
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