Genesis 28, 17-21

Y, asustado, pensó: «¡Qué temible es este lugar! ¡Esto no es otra cosa sino la casa de Dios y la puerta del cielo!» Jacob se levantó de madrugada y, tomando la piedra que se había puesto por cabezal, la erigió como estela y derramó aceite sobre ella*. Y llamó a aquel lugar Betel, aunque el nombre primitivo de la ciudad era Luz. Jacob hizo un voto en estos términos: «Si Dios me asiste y me guarda en este camino que recorro; si me da pan que comer y ropa con que vestirme; y si vuelvo sano y salvo a casa de mi padre, entonces Yahvé será mi Dios.
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