I Crónicas 23, 6-32

*David los distribuyó por clases, según los hijos de Leví: Guersón, Queat y Merarí. De los guersonitas*: Ladán y Semeí. Tres eran los hijos de Ladán: Yejiel, Zetán y Joel. Tres también los hijos de Semeí: Selomit, Jaziel y Harán. Éstos son los jefes de las casas paternas de Ladán. Simí tenía cuatro hijos: Yájat, Zizá, Yeús y Beriá. Yájat era el jefe y Zizá el segundo; Yeús y Beriá no tuvieron muchos hijos, por lo cual representaron en el censo una sola casa paterna. Cuatro eran los hijos de Queat: Amrán, Yisar, Hebrón y Uziel. Hijos de Amrán: Aarón y Moisés. Aarón fue separado, juntamente con sus hijos, para consagrar por siempre las cosas sacratísimas, para quemar incienso ante Yahvé, para servirle y para bendecir en su nombre por siempre. En cuanto a Moisés, varón de Dios, sus hijos fueron contados en la tribu de Leví. Hijos de Moisés: Guersón y Eliezer. Hijos de Guersón: Sebuel, el primero. Hijos de Eliezer: Rejabías, el primero. Eliezer no tuvo más hijos, pero los hijos de Rejabías fueron muy numerosos. Hijos de Yisar: Selomit, el primero. Hijos de Hebrón: Yerías, el primero, Amarías, el segundo, Yajaziel, el tercero y Yecamán, el cuarto. Hijos de Uziel: Micá, el primero, y Yisías el segundo. Hijos de Merarí: Majlí y Musí. Hijos de Majlí: Eleazar y Quis. Eleazar murió sin hijos; sólo tuvo hijas, a las que los hijos de Quis, sus parientes, tomaron por mujeres. Tres eran los hijos de Musí: Majlí, Éder y Yeremot. Éstos son los descendientes de Leví, según sus casas paternas, los cabezas de familia, según su censo, contados nominalmente uno por uno. Estaban encargados del servicio del templo de Yahvé, desde la edad de veinte años en adelante. Pues David había dicho: «Yahvé, Dios de Israel, ha dado reposo a su pueblo y mora en Jerusalén para siempre. Y en cuanto a los levitas, ya no tendrán que transportar la Morada, con todos los utensilios de su servicio.» Conforme a estas últimas disposiciones de David, se hizo el cómputo de los descendientes de Leví de veinte años para arriba. Estaban a las órdenes de los descendientes de Aarón, para el servicio del templo de Yahvé, teniendo a su cargo los atrios y las cámaras, la limpieza de todas las cosas sagradas y la obra del servicio del templo de Dios. Asimismo tenían a su cargo disponer en filas los panes, la flor de harina para la oblación, las tortas sin levadura, lo frito en la sartén, lo cocido y toda clase de medidas de capacidad y longitud*. Tenían que estar presentes todas las mañanas y todas las tardes para celebrar y alabar a Yahvé, y para ofrecer todos los holocaustos a Yahvé en los sábados, novilunios y solemnidades, según su número y su rito especial, delante de Yahvé para siempre, observando en el servicio del templo de Dios el ritual de la Tienda del Encuentro, el ritual del santuario y el ritual de los descendientes de Aarón, sus colegas.
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