I Crónicas 9, 17-27

Los porteros* eran Salún, Acub, Talmón, Ajimán y sus hermanos. Salún era el jefe. Están hasta el presente junto a la puerta del rey, al oriente. Éstos son los porteros del campamento de los descendientes de Leví: Salún, hijo de Coré, hijo de Abiasaf, hijo de Coré, y sus hermanos los coreítas, de la misma casa paterna, tenían el servicio del culto como guardianes de los umbrales de la Tienda, pues sus antepasados habían tenido a su cargo la guardia de acceso al campamento de Yahvé*. Antiguamente había sido su jefe Pinjás, hijo de Eleazar, que agradó a Yahvé. Zacarías, hijo de Meselemías, era portero de la entrada de la Tienda del Encuentro. El total de los elegidos para porteros de las entradas era de 212, y estaban inscritos en sus poblados. David y Samuel el vidente les habían establecido en sus cargos permanentemente. Ellos y sus hijos tenían a su cargo las puertas del templo de Yahvé, la casa de la Tienda. Había porteros a los cuatro vientos: al oriente, al occidente, al norte y al mediodía. Sus hermanos, que habitaban en sus alquerías, tenían que venir periódicamente a estar con ellos durante siete días, pero los cuatro jefes de los porteros tenían servicio permanente. Algunos levitas estaban al cuidado de las cámaras y de los tesoros del templo de Dios. Por la noche hacían la ronda al templo de Dios, pues les incumbía su vigilancia y tenían que abrirlo todas las mañanas.
Ver contexto