II Samuel  8, 1-14

Después de esto, batió David a los filisteos y los humilló; arrebató David del poder de los filisteos Gat y sus dependencias*. Batió también a los moabitas: les obligó a echarse en tierra y los midió con la cuerda; midió dos cuerdas y los condenó a muerte, y dejó una cuerda con vida. Los moabitas quedaron sometidos a David y pagaron tributo. David batió a Hadadézer, hijo de Rejob, rey de Sobá, cuando iba a imponer su dominio en el Río*. David le apresó mil setecientos jinetes y veinte mil infantes, y desjarretó toda la caballería de los carros, aunque se reservó cien tiros*. Los arameos de Damasco vinieron en socorro de Hadadézer, rey de Sobá; pero David causó veintidós mil bajas a los arameos. Después estableció David gobernadores en Aram de Damasco. Los arameos quedaron sometidos a David y pagaron tributo. Yahvé hizo triunfar a David por dondequiera que iba. Tomó David los escudos de oro que llevaban los servidores de Hadadézer y los llevó a Jerusalén. El rey tomó una gran cantidad de bronce de Tebaj y de Berotay, ciudades de Hadadézer. Cuando Tou, rey de Jamat*, supo que David había derrotado a todas las fuerzas de Hadadézer, envió a su hijo Jorán* al rey David para saludarle y felicitarle por haber atacado y vencido a Hadadézer, ya que Tou estaba en guerra con Hadadézer. Traía Hadorán vasos de plata, oro y bronce. El rey David los consagró también a Yahvé, con la plata y el oro consagrado procedente de todos los pueblos sometidos, de Aram, de Moab, de los amonitas, de los filisteos, de Amalec y del botín de Hadadézer, hijo de Rejob, rey de Sobá. David se hizo famoso cuando volvió de su victoria sobre los arameos*, en el valle de la Sal*, en número de dieciocho mil. David estableció gobernadores en Edom; en todo Edom puso gobernadores*, y todos los edomitas le quedaron sometidos. Y Yahvé hizo triunfar a David dondequiera que iba.
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