Apocalipsis  17, 5-6

En su frente llevaba escrito un nombre —un misterio—: «La gran Babilonia, la madre de las prostitutas y de las abominaciones de la tierra.» Y vi que la mujer se embriagaba con la sangre de los santos y con la sangre de los mártires de Jesús*. Al verla, me asombré sobremanera,
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