Ezequiel  45, 18-20

«Esto dice el Señor Yahvé: El primer mes, el día uno del mes, tomarás un novillo sin defecto, para purificar el santuario. El sacerdote tomará la sangre de la víctima expiatoria y la pondrá en las jambas del pórtico del templo, en los cuatro ángulos del zócalo del altar, y en las jambas de los pórticos* del atrio interior. Lo mismo harás el día siete del mes, en favor de todo aquel que haya pecado por inadvertencia o irreflexión. Así haréis la expiación del templo.
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