Genesis 48, 15-20

y bendijo a José diciendo: «El Dios en cuya presencia anduvieron mis padres Abrahán e Isaac, el Dios que ha sido mi pastor desde que existo hasta el presente día, el Ángel que me ha rescatado de todo mal, bendiga a estos muchachos; sean llamados con mi nombre y con el de mis padres Abrahán e Isaac, y multiplíquense y crezcan en medio de la tierra.» Al ver José que su padre tenía la diestra puesta sobre la cabeza de Efraín, le pareció mal, y asió la mano de su padre para retirarla de sobre la cabeza de Efraín a la de Manasés. Dijo José a su padre: «Así no, padre mío, que éste es el primogénito; pon tu diestra sobre su cabeza*.» Pero rehusó su padre; y añadió: «Lo sé, hijo mío, lo sé; también él será grande. Sin embargo, su hermano será más grande que él, y su descendencia se hará una muchedumbre de gentes*.» Los bendijo aquel día, con estas palabras: «Que con vuestro* nombre se bendiga en Israel, y se diga: ¡Hágate Dios como a Efraín y Manasés!» —y puso a Efraín por delante de Manasés—.
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