Hechos 19, 13-17

Algunos exorcistas judíos* ambulantes intentaron también invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían espíritus malos. Solían decir: «Os conjuro por Jesús, a quien predica Pablo.» Los que hacían esto eran siete hijos de un tal Esceva, sumo sacerdote judío. Pero, en una ocasión, el espíritu malo les respondió: «A Jesús le conozco y sé quién es Pablo; pero vosotros, ¿quiénes sois?» A continuación, el hombre poseído del mal espíritu se abalanzó sobre ellos, dominó a unos y otros* y pudo con ellos, de forma que tuvieron que huir de aquella casa desnudos y cubiertos de heridas. Cuando los habitantes de Éfeso, tanto judíos como griegos, se enteraron de lo sucedido, fueron presa del temor y alabaron el nombre del Señor Jesús.
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