Isaías 5, 2-24

La cavó y despedregó, y la plantó de cepa exquisita*. Edificó en medio una torre, y excavó en ella un lagar. Y esperó que diese uvas, pero sólo dio agraces. Ahora, pues, habitantes de Jerusalén y hombres de Judá, venid a juzgar entre mi viña y yo: ¿Qué más puede hacerse por mi viña, que no se lo haya hecho yo? Yo esperaba que diese uvas. ¿Por qué ha dado agraces? Pues ahora os haré saber lo que pienso hacer con mi viña: derribar su seto y que sirva de pasto; romper su cerca y que sea pisoteada. Haré de ella un erial donde nadie pode ni escarde; crecerá la zarza y el espino; y además prohibiré a las nubes que derramen lluvia sobre ella. ¡Pues la viña de Yahvé Sebaot es la Casa de Israel, y los hombres de Judá son su plantío exquisito! Esperaba de ellos justicia, pero brotó iniquidad; esperaba de ellos honradez, pero se oyeron alaridos. ¡Ay, los que juntáis casa con casa, y campo a campo anexionáis, hasta ocupar todo el espacio y quedaros solos en el país! He oído jurar a Yahvé Sebaot: «¡Muchas casas quedarán desiertas; grandes y hermosas, pero sin moradores! Porque diez yugadas de viña darán sólo una medida*, y una carga de simiente producirá sólo una medida.» ¡Ay, los que ya por la mañana andan detrás del licor; los que siguen hasta el ocaso, enchispados por el vino! Sólo hay arpas y cítaras, pandero y flauta en sus libaciones, y no contemplan la obra de Yahvé, no ven la acción de sus manos. Por eso va a ser deportado mi pueblo, por falta de sentido común, con sus notables muertos de hambre y su plebe abrasada por la sed. *Por eso ensancha su garganta el Seol, dilata su boca sin medida, para tragar a su nobleza y a su plebe, todo su bullicio y su alegría. El mortal queda humillado, queda abajado el varón, abajados los ojos altaneros; pero Yahvé Sebaot es ensalzado en su juicio, el Dios Santo demuestra su santidad en su justicia*. Pacerán corderos como en su pasto, cabritos rollizos entre ruinas*. ¡Ay, los que arrastran la culpa con coyundas de buey, su pecado como con bridas de novilla! Esos que dicen: «¡Venga, que apresure su acción*, de modo que la veamos; que se acerque, que venga el plan del Santo de Israel, de modo que lo conozcamos!» ¡Ay, los que llaman bien al mal y mal al bien; que toman la oscuridad por luz, y la luz por oscuridad; que dan lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo! ¡Ay, los que se creen sabios, los que se tienen por discretos! ¡Ay, los campeones en beber vino, los valientes para escanciar licor, que absuelven a un reo por soborno y despojan al inocente de su derecho*! Por eso, como lame el fuego la paja y el heno se consume en la llama, su raíz acabará podrida, su flor volará como tamo; por haber recusado la enseñanza de Yahvé Sebaot, por haber despreciado la palabra del Santo de Israel.
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