Isaías 9, 2-7

[[9:1]] El pueblo que andaba a oscuraspercibió una luz cegadora. A los que vivían en tierra de sombras una luz brillante los cubrió. [[9:2]] Acrecentaste el regocijo*, multiplicaste la alegría: alegría por tu presencia, como la alegría en la siega, como se regocijan repartiendo botín. [[9:3]] Porque el yugo que les pesaba y la coyunda de su hombro —la vara de su tirano— has roto, como el día de Madián. [[9:4]] Porque la bota que taconea ruidosa* y el manto empapado en sangre serán para la quema, pasto del fuego. [[9:5]] Porque una criatura nos ha nacido, un hijo se nos ha dado. En su hombro traerá el señorío, y llevará por nombre: «Maravilla de Consejero*», «Dios Fuerte», «Siempre Padre», «Príncipe de Paz». [[9:6]] Grande es* su señorío, y la paz no tendrá fin sobre el trono de David y sobre su territorio, para restaurarlo y consolidarlo por la equidad y la justicia, desde ahora y hasta siempre. El celo de Yahvé Sebaot piensa ejecutar todo eso*.
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