Isaías 9, 7-20

[[9:6]] Grande es* su señorío, y la paz no tendrá fin sobre el trono de David y sobre su territorio, para restaurarlo y consolidarlo por la equidad y la justicia, desde ahora y hasta siempre. El celo de Yahvé Sebaot piensa ejecutar todo eso*. [[9:7]] El Señor envía un aviso a Jacob, que caerá sobre Israel. [[9:8]] Todo el pueblo podrá entenderlo, Efraín y los habitantes de Samaría, los que dicen arrogantes y orgullosos: [[9:9]] «Los ladrillos han caído, pero edificaremos con sillares; los sicómoros fueron talados, pero los cambiaremos por cedros.» [[9:10]] Pues bien, Yahvé ha dado ventaja a su adversario, Rasón*, y ha azuzado a sus enemigos: [[9:11]] los arameos por delante y los filisteos por detrás, devoraron a Israel a dos carrillos*. Con todo eso no se ha calmado su ira, y aún sigue su mano extendida. [[9:12]] Pero el pueblo no se volvió hacia el que le castigaba, no consultaron a Yahvé Sebaot. [[9:13]] Por eso Yahvé ha cercenado cabeza y cola en Israel, palmera y junco, en un mismo día*. [[9:14]] El anciano y el noble son la cabeza, y el profeta impostor es la cola. [[9:15]] Los propios guías de este pueblo han resultado desviadores*, y sus dirigidos, extraviados. [[9:16]] Por eso, el Señor no se apiadará* de sus jóvenes, de sus huérfanos y viudas no tendrá misericordia, pues todos son impíos y malvados, y toda boca profiere necedades. Con todo eso no se ha calmado su ira, y aún sigue su mano extendida. [[9:17]] La maldad arde como fuego, que devora zarzas y espinos; prende en la espesura del bosque y se prolonga en columna de humo. [[9:18]] Por el arrebato de Yahvé la tierra ha sido quemada* y el pueblo es pasto de las llamas. Nadie tiene piedad de su prójimo, [[9:19]] corta a diestra y queda con hambre, come a siniestra y no se sacia; cada uno se come la carne de su vecino.
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