Josué 8, 30-31

Entonces Josué construyó un altar a Yahvé, Dios de Israel, en el monte Ebal, como había mandado Moisés, siervo de Yahvé, a los israelitas, según está escrito en el libro de la Ley de Moisés: un altar de piedras sin labrar, a las que no haya tocado el hierro. Ofrecieron sobre él holocaustos a Yahvé e inmolaron sacrificios de comunión.
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