Levítico 22, 4-7

«Ningún descendiente de Aarón que sea leproso o padezca flujo comerá de las cosas sagradas hasta que se haya purificado. El que toque lo que es impuro por contacto de cadáver, o el que haya tenido un derrame seminal, o el que haya tocado un bicho o a un hombre y contraído así alguna clase de impureza, quedará impuro hasta la tarde, y no podrá comer de las cosas sagradas. Deberá lavar su cuerpo con agua, y, una vez puesto el sol, quedará limpio. Después podrá comer de las cosas sagradas, pues son su alimento.
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