Mateo 12, 18-21

Éste es mi Siervo, a quien elegí, mi Amado, en quien me complazco. Pondré mi Espíritu sobre él, y anunciará el juicio* a las naciones. No disputará ni gritará, ni oirá nadie en las plazas su voz. La caña cascada no la quebrará, ni apagará la mecha humeante, hasta que lleve a la victoria el juicio: en su nombre pondrán las naciones su esperanza.
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