Salmos 18, 10-15

[[11]] volaba a lomos de un querubín*, sostenido por las alas del viento. [[12]] Se puso como tienda un cerco de tinieblas, de aguas oscuras y espesos nubarrones; [[13]] el brillo de su presencia despedía* granizo y ascuas de fuego. [[14]] Tronó Yahvé desde el cielo, lanzó el Altísimo su voz*; [[15]] disparó sus saetas y los dispersó, la cantidad de rayos los desbarató. [[16]] El fondo del mar* quedó a la vista, los cimientos del orbe aparecieron, a causa de tu bramido, Yahvé, al resollar el aliento de tu nariz.
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