Genesis 25, 23-30

El Señor le respondió:
– Dos naciones hay en tu vientre,
dos pueblos se separan
en tus entrañas:
un pueblo vencerá al otro
y el mayor servirá al menor. Cuando llegó el parto, resultó que tenía gemelos en el vientre. Salió primero uno, todo pardo y peludo como un manto, y lo llamaron Esaú. Detrás salió su hermano, agarrando con la mano del talón de Esaú, y lo llamaron Jacob. Tenía Isaac sesenta años cuando nacieron. Crecieron los chicos. Esaú se hizo un experto cazador, hombre agreste, mientras que Jacob se hizo honrado beduino. Isaac prefería a Esaú porque le gustaban los platos de caza, Rebeca prefería a Jacob. Un día que Jacob estaba guisando un potaje, volvía Esaú agotado del campo. Esaú dijo a Jacob:
– Déjame comer un poco de esa comida rojiza, que estoy agotado – por eso le llaman Edom– .
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