Amos  5, 21-27

Yo aborrezco y desprecio sus fiestas,
me repugnan
sus reuniones litúrgicas; por muchos holocaustos
y ofrendas que me traigan,
no aceptaré ni miraré
sus víctimas cebadas. Retiren de mi presencia
el ruido de los cantos,
no quiero oír la música de la cítara; que corra como el agua el derecho
y la justicia como arroyo inagotable. ¿Acaso en el desierto,
durante cuarenta años,
me trajeron ofrendas y sacrificios,
casa de Israel? Tendrán que transportar
a Sacut y Queván,
imágenes de sus dioses astrales,
que ustedes se fabricaron, cuando los destierre
más allá de Damasco.
Dice el Señor, Dios Todopoderoso.
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