Deuteronomio  25, 7-10

Pero si el cuñado se niega a casarse, la cuñada acudirá a las puertas, a los ancianos, y declarará: Mi cuñado se niega a transmitir el nombre de su hermano en Israel; no quiere cumplir conmigo su deber de cuñado. Los ancianos de la ciudad lo citarán y procurarán convencerlo; pero si se empeña y dice que no quiere tomarla, la cuñada se le acercará, en presencia de los ancianos, le quitará una sandalia del pie, le escupirá en la cara y le responderá: Esto es lo que se hace con un hombre que no edifica la casa de su hermano. Y en Israel se llamará: La casa del Sinsandalias.
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