Eclesiástico 26, 1-28


La mujer buena

Dichoso el marido de una mujer buena:
se duplicarán los años de su vida. Mujer hacendosa es la alegría de su marido,
y lo hará feliz toda su vida. Mujer buena es un hermoso regalo
que recibe el que respeta al Señor: sea rico o pobre, estará contento
y siempre tendrá cara alegre.

La mujer mala

Tres cosas teme mi corazón
y una cuarta me asusta:
chismes en la ciudad, motín popular,
acusación falsa, las tres son peores que la muerte. Pero mujer celosa es pena y dolor de corazón.
Lengua hiriente es común a los cuatro. Mujer malvada es yugo que se mueve,
el que se la lleva agarra un alacrán. Mujer borracha es irritante,
y no puede ocultar su vergüenza. Mujer adúltera tiene ojos engreídos,
y se la conoce en los párpados. Vigila bien a la joven atrevida,
para que no aproveche la ocasión de fornicar; cuídate de los ojos desvergonzados,
y no te extrañe que te ofendan. Porque abre la boca como viajero sediento
y bebe de cualquier agua que encuentra;
se sienta frente a cualquier estaca de tienda
y abre la aljaba a cualquier flecha.

La mujer buena

Mujer hermosa alegra a su marido,
mujer prudente lo robustece; mujer discreta es don del Señor:
no se paga un ánimo instruido; mujer honesta duplica su encanto:
no tiene precio la que es dueña de sí misma. El sol brilla en el cielo del Señor,
la mujer bella en su hogar bien arreglado; lámpara que luce en candelabro sagrado
es un rostro hermoso en un cuerpo esbelto; columnas de oro sobre bases de plata
son piernas esbeltas sobre pies firmes.

Exhortación

Hijo mío, conserva sana la flor de tu juventud
y no des tu vigor a extranjeras; busca un lote fértil en toda la llanura
y siembra tu semilla, fiel a la nobleza de tu raza; así durarán sus frutos
y madurarán con la firmeza de tu estirpe. Mujer que se vende vale un salivazo,
la casada es torre de la muerte para los que la gozan; mujer irreligiosa tocará en suerte al malvado,
mujer religiosa, al que teme al Señor; mujer desvergonzada vive en la deshonra,
joven pudorosa es modesta incluso ante el marido; la mujer impúdica es una perra,
mujer pudorosa teme al Señor; mujer que respeta al marido es tenida por sabia,
la que lo desprecia con arrogancia es tenida por irreligiosa. Mujer chillona y charlatana
es corneta que toca para el combate.
Si el marido es del mismo carácter
vivirá siempre en pie de guerra. Dos cosas me entristecen y una tercera me da rabia:
rico caído en la miseria, inteligente tratado con desprecio,
hombre honrado convertido en pecador:
el Señor lo entrega a la espada.
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