Ezequiel  11, 22-24

Los querubines levantaron las alas sin separarse de las ruedas; mientras tanto, la gloria del Dios de Israel sobresalía por encima de ellos. La gloria del Señor se elevó sobre la ciudad y se detuvo en el monte, al oriente de la ciudad. Entonces el espíritu me arrebató y me llevó por los aires al destierro de Babilonia, en éxtasis; la visión desapareció.
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