Ezequiel  37, 15-28


Las dos varas
Is 11,10-16; Ez 34,23s

Me dirigió la palabra el Señor: – Y tú, Hijo de hombre, agarra una vara y escribe en ella: Judá; agarra luego otra vara y escribe en ella: José. Júntalas la una con la otra de modo que formen una sola vara y queden unidas en tu mano. Y cuando la gente de tu pueblo te diga: Explícanos lo que quieres decir, respóndeles:
Esto dice el Señor: Voy a tomar la vara de José y a juntarla con la vara de Judá, de modo que formen una sola vara y queden unidas en mi mano. Toma en la mano las varas escritas, y enseñándoselas, diles: Esto dice el Señor: Yo voy a recoger a los israelitas de las naciones adonde marcharon, voy a congregarlos de todas partes y los voy a repatriar. Los haré un solo pueblo en su país, en los montes de Israel, y un solo rey reinará sobre todos ellos. No volverán a ser dos naciones ni a desmembrarse en dos monarquías. No volverán a contaminarse con sus ídolos y fetiches y con todos sus crímenes. Los libraré de sus pecados y apostasías, los purificaré: ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios. Mi siervo David será su rey, el único pastor de todos ellos. Caminarán según mis mandatos y cumplirán mis preceptos, poniéndolos por obra. Habitarán en la tierra que le di a mi siervo Jacob, en la que habitaron sus padres; allí vivirán para siempre, ellos y sus hijos y sus nietos, y mi siervo David será su príncipe para siempre. Haré con ellos una alianza de paz, alianza eterna pactaré con ellos. Los estableceré, los acrecentaré y pondré entre ellos mi santuario para siempre; tendré mi morada junto a ellos, yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Y sabrán las naciones que yo soy el Señor que consagra a Israel, cuando esté entre ellos mi santuario para siempre.
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