I Crónicas 4, 25-43

Salún; el hijo de éste, Mibsán, y el de éste, Mismá. Descendientes de Mismá: su hijo Jamuel; el de éste, Zacur, y el de éste, Simeí. Simeí tuvo dieciséis hijos y seis hijas. Sus hermanos no tuvieron muchos hijos y sus familias no se multiplicaron tanto como las de los hijos de Judá. Habitaban en Berseba, Moladá y Jasar Sual, Bilhá, Esen, Tolad, Betuel, Jormá, Sicelag, Bet Marcabot, Jasar Susim, Bet-Birí y Saaraim. Éstas fueron sus ciudades hasta que David subió al trono. Sus pueblos eran Etán, Ayin, En Rimmón, Toquen y Asán: cinco. Y los pueblos que rodeaban estas ciudades, hasta Baal. Éstos son los sitios donde residían.
Registro de sus clanes: Mesobab, Yamlec; Yosá, hijo de Amasías; Joel, Jehú, hijo de Yosibías, hijo de Serayas, hijo de Asiel. Elioenay, Jacoba, Yesojayas, Asayas, Adiel, Yesimiel, Benayas, Zizá, hijo de Sifeí, hijo de Alón, hijo de Yedayas, hijo de Simrí, hijo de Semayas. Eran jefes de sus clanes; sus familias fueron muy numerosas. Buscando pastos para sus ganados, llegaron a las inmediaciones de Guedor, hasta el oriente del valle. Encontraron pastos abundantes y buenos en una región espaciosa, tranquila y apacible; antes la habitaban los camitas. Éstos, cuyos nombres hemos consignado anteriormente, vinieron en tiempos de Ezequías de Judá, atacaron sus campamentos y a los meunitas que se encontraban allí y los destruyeron por completo hasta el día de hoy. Ocuparon su puesto, porque allí había pasto para el ganado. Quinientos de ellos, de los descendientes de Simeón, se dirigieron a la montaña de Seír mandados por Felatías, Nearías, Refayas y Uziel, hijos de Yiseí. Derrotaron a los supervivientes de Amalec y han habitado allí hasta el día de hoy.
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