I Samuel 19, 18-24


Saúl, en trance

Mientras tanto, David se salvó huyendo y llegó a Ramá, el pueblo de samuel, y le contó todo lo que le había hecho Saúl. Entonces fueron los dos a alojarse en Nayot. Cuando avisaron a Saúl que David estaba en Nayot de Ramá, despachó emisarios para apresarlo. Encontraron a la comunidad de profetas en trance, presididos por samuel; el Espíritu de Dios se apoderó de los emisarios de Saúl, y también ellos entraron en trance. Se lo avisaron a Saúl, y mandó otros emisarios, que también entraron en trance. Por tercera vez despachó unos emisarios, y también éstos entraron en trance. Entonces fue él en persona a Ramá, y al llegar al pozo de agua que hay en Secú, preguntó:
–¿Dónde están samuel y David?
Le respondieron:
– En el convento de Ramá. Siguió hasta Nayot de Ramá, y también de él se apoderó el Espíritu de Dios, entró en trance y caminó así hasta Nayot de Ramá. Se quitó la ropa y estuvo en trance delante de samuel, luego cayó por tierra, rendido y permaneció desnudo todo aquel día y toda la noche. Por eso suelen decir: ¡Hasta Saúl está con los profetas!
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