II Corintios 10, 12-18


El poder del apóstol

No nos atrevemos a igualarnos ni a compararnos con algunos que se elogian a sí mismos. Ellos en cambio, al tomarse como medida de sí mismos, demuestran que proceden neciamente. Nosotros no alardeamos más allá de lo debido, sino que aceptando la medida del sector que Dios nos ha asignado, llegamos hasta ustedes. No nos extralimitamos como si nuestra competencia no alcanzara hasta ustedes, ya que fuimos nosotros los primeros en llegar para anunciarles la Buena Noticia de Cristo. No nos excedemos alardeando de trabajos ajenos pero esperamos que, al aumentar entre ustedes los creyentes, podamos ampliar mucho nuestro campo de acción y aun predicar la Buena Noticia más allá, aunque sin alardear de campos ajenos ya cultivados. Quien se gloría que se gloríe del Señor, ya que no queda aprobado el que se recomienda a sí mismo, sino aquel a quien recomienda el Señor.
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