Isaías 46, 1-7


Contra los dioses de Babilonia
Dn 14

Se encorva Bel,
se desploma Nebo;
cargan sus imágenes
sobre bestias y animales de carga,
y las estatuas que les cargan en andas
son una carga abrumadora; a una se encorvan y se desploman:
incapaces de librar al que los lleva,
ellos mismos marchan al destierro. Escúchenme, casa de Jacob,
resto de la casa de Israel,
con quien he cargado
desde que nacieron,
a quien he llevado
desde que salieron de las entrañas: hasta que envejezcan
yo seré el mismo,
hasta las canas yo los sostendré;
yo lo he hecho,
yo los seguiré llevando,
yo los sostendré y los libraré. ¿A quién me compararán,
me igualarán
o me asemejarán?
¿Quién se me puede comparar? Sacan oro de la bolsa
y pesan plata en la balanza;
asalarian un orfebre
que con ello fabrique un dios,
se postran y lo adoran. Se lo cargan a hombros,
lo transportan;
donde lo ponen, allí se queda;
no se mueve de su sitio.
Por mucho que le griten,
no responde,
no los salva del peligro.
Ver contexto