Josué 5, 10-15


Pascua
Éx 12; 16

Los israelitas estuvieron acampados en Guilgal y celebraron la Pascua el catorce del mismo mes, por la tarde, en la llanura de Jericó. A partir del día siguiente a la Pascua comieron de los productos del país; el día de Pascua comieron panes sin levadura y grano tostado. A partir del día siguiente que comieron de los productos del país, faltó el maná. Los israelitas no volvieron a tener maná; aquel año comieron de los frutos del país de Canaán. Estando ya cerca de Jericó, Josué levantó la vista y vio a un hombre de pie frente a él con la espada desenvainada en la mano. Josué fue hacia él y le preguntó:
–¿Eres de los nuestros o del enemigo? Contestó:
– No. Soy el general del ejército del Señor, y acabo de llegar.
Josué cayó rostro a tierra, adorándolo. Después le preguntó:
–¿Qué orden trae mi señor a su siervo? El general del ejército del Señor le contestó:
– Descálzate, porque el sitio que pisas es sagrado.
Josué se descalzó.
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