Levítico 14, 33-57


Infecciones de casas

El Señor dijo a Moisés y a Aarón: – Cuando hayan entrado en la tierra de Canaán, que voy a darles en posesión, y yo permita que una casa de su tierra quede infectada, el dueño de la casa se presentará al sacerdote a informarle: Ha aparecido una mancha en mi casa. El sacerdote, sin esperar hasta el examen de la mancha, mandará desalojar la casa, para que no se contamine lo que hay en ella. Después el sacerdote entrará a examinar la casa. El sacerdote examinará la mancha; si observa el mal en las paredes, cavidades verduscas o rojizas un poco hundidas en la pared, saldrá a la puerta de la casa y la mandará cerrar durante siete días. Al séptimo día volverá; si la mancha se ha extendido por la pared, el sacerdote mandará quitar las piedras manchadas y echarlas a un lugar impuro fuera de la ciudad. Mandará raspar toda la casa por dentro, y el polvo que salga de rasparla lo echarán a un lugar impuro, fuera de la ciudad. Tomarán otras piedras y las pondrán en el lugar de las primeras. Y con nueva cal revocarán la casa. Si después de quitadas las piedras y después de haber raspado y revocado la casa, reaparece la mancha, el sacerdote volverá a examinar la casa; si observa que se ha extendido el mal por la casa, se trata de lepra maligna de la casa: es impura. Hará derribar la casa, piedras, maderamen y toda la cal, y lo sacará todo a un lugar impuro fuera de la ciudad. El que entre en la casa mientras está cerrada, quedará impuro hasta la tarde. El que duerma en la casa, lavará sus vestidos. El que coma en la casa, lavará sus vestidos. Pero si el sacerdote entra, y al examinar la casa observa que no se ha extendido el mal después de haberla revocado, declarará pura la casa, porque el mal se ha sanado. Entonces tomará dos aves, ramas de cedro, púrpura escarlata y un ramo de hisopo para realizar la expiación por la casa. Degollará una de las aves en una vasija de barro que contenga agua de manantial. Después tomará la rama de cedro, el hisopo, la púrpura escarlata y el ave viva, y los mojará en la sangre del ave degollada sobre el agua de manantial, y salpicará la casa siete veces. Así realiza la expiación por la casa con la sangre del ave, con el agua de manantial, con el ave viva, con la rama de cedro, con el hisopo y con la púrpura escarlata. Al ave viva la soltará en el campo, fuera de la ciudad. Así realiza la expiación por la casa, y ésta queda pura. Ésta es la ley sobre diversas clases de lepras y sarnas, sobre manchas de vestidos y casas; sobre inflamaciones, erupciones y manchas, según la cual se declaran los casos de pureza e impureza. Ésta es la ley sobre la lepra.
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