I Corintios 7, 17-24

Por lo demás, que cada uno viva según la condición que el Señor le asignó, cada cual como era cuando Dios le llamó. Esto es lo que prescribo en todas las Iglesias. ¿Que uno fue llamado en estado de circuncisión? Que no deshaga su circuncisión. ¿Que otro ha sido llamado sin estar circuncidado? Que no se circuncide. La circuncisión no es y la no circuncisión tampoco es nada; lo que vale es el cumplimiento de los mandamientos de Dios. Quédese cada uno en la condición en la que recibió el llamamiento. ¿Lo recibiste siendo esclavo? No te preocupes; y aunque pudieras obtener la libertad, aprovecha más bien tu condición de esclavo. Pues el esclavo que recibió el llamamiento en el Señor, es liberto del Señor, e igualmente, el libre que recibió el llamamiento, es esclavo de Cristo. Habéis sido comprados a precio: no os hagáis esclavos de hombres. Cada uno, hermanos, permanezca ante Dios en la condición en que recibió el llamamiento.
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