II Corintios 2, 4-5

Por eso, llevado de mucha angustia y ansiedad de corazón, os escribí en medio de muchas lágrimas. Pero no para proporcionaros disgusto, sino para daros a conocer el amor desbordante que siento por vosotros. Y si alguno ha causado un disgusto, no me lo ha causado a mí; sino, hasta cierto punto, por no exagerar, a todos vosotros.
Ver contexto