Hechos 10, 40-42

A éste, Dios lo resucitó al tercer día y le concedió hacerse públicamente visible, no a todo el pueblo, sino a los testigos señalados de antemano por Dios, a nosotros, que comimos y bebimos con él después de haber resucitado él de entre los muertos. Y nos ordenó predicar al pueblo y dar testimonio de que él es el constituido juez de vivos y muertos por Dios.
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