Genesis 22, 16-18

y le dijo: Juro por mí mismo - oráculo de Yahvéh - que por haber hecho tú esto, por no haberme negado tu hijo, tu único hijo, te bendeciré copiosamente y multiplicaré tu posteridad como las estrellas de los cielos y como la arena de las orillas del mar; tu descendencia se adueñará de las ciudades de sus enemigos. Por haberme obedecido tú, todas las naciones de la tierra serán bendecidas en tu descendencia.
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