Mateo 6, 1-8

Sed, pues, perfectos, como perfecto es vuestro Padre celestial. Tened cuidado de no hacer vuestras buenas obras delante de la gente para que os vean; de lo contrario, no tendréis recompensa ante vuestro Padre que está en los cielos. Por tanto, cuando vayas a dar una limosna, no mandes tocar la trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para recibir el aplauso de los hombres; os lo aseguro: ya están pagados. Cuando vayas a dar una limosna, que no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha, para que tu limosna quede en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te dará la recompensa. Y cuando os pongáis a orar, no seáis como los hipócritas, que gustan de orar erguidos en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para exhibirse ante la gente. Os lo aseguro: ya están pagados. Pero tú, cuando te pongas a orar, entra en tu aposento, cierra la puerta y ora a tu Padre que está en lo secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te dará la recompensa. Cuando estéis orando, no ensartéis palabras y palabras, como los gentiles; porque se imaginan que a fuerza de palabras van a ser oídos.
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