Genesis 2, 3-5

Bendijo Dios el día séptimo y lo santificó, porque en él descansó de toda su obra de creación. Éstos fueron los orígenes de los cielos y de la tierra cuando fueron creados. Cuando Yahvéh -Dios hizo la tierra y los cielos, no había aún sobre la tierra ningún arbusto campestre, ni había brotado ninguna hierba del campo, porque Yahvéh -Dios no había hecho llover todavía sobre la tierra, y no existía hombre que cultivara el suelo;
Ver contexto