Eclesiástico 6, 5-8

Las palabras amables multiplican los amigos, la lengua afable multiplica los saludos. Que sean numerosos los que estén en paz contigo; pero consejeros, uno entre mil. Si consigues un amigo, hazlo con tiento; y no confíes de pronto en él. Porque hay amigo que lo es de conveniencia, y no estará a tu lado en día de peligro.
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