Hebreos 1, 10-12

También: | Tú, Señor, en los comienzos cimentaste la tierra; | los cielos son obra de tus manos; ellos perecerán, tú permaneces; | se gastarán como la ropa, | los envolverás como un manto. Serán como vestido que se muda. | Pero tú eres siempre el mismo | tus años no se acabarán.
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