Zacarías 11, 15-17

Me dijo el Señor: «Toma también los aparejos de un mal pastor, pues establezco un pastor en el país que no se ocupará de la oveja extraviada, ni buscará a la perdida, ni curará a la maltrecha, ni se preocupará de la sana, sino que se comerá la carne de las gordas y les arrancará las pezuñas». ¡Ay del pastor inútil | que pierde las ovejas! | La espada le alcanzará | el brazo y hasta el ojo derecho; | se le secará totalmente el brazo, | y el ojo derecho se le cegará.
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