Ezequiel  20, 13-17

Pero la casa de Israel se rebeló contra mi en el desierto: ellos no siguieron mis preceptos y despreciaron mis leyes, que hacen vivir al hombre que las practica, y no hicieron más que profanar mis sábados. Entonces pensé derramar mi furor sobre ellos en el desierto para exterminarlos. Pero actué a causa de mi Nombre, para que no fuera profanado a los ojos de las naciones, en cuya presencia los había hecho salir de Egipto. No obstante, alcé mi mano en el desierto para jurarles que no los dejaría entrar en la tierra que les había dado, esa tierra que mana leche y miel, el más espléndido de todos los países. Yo obré así, porque habían despreciado mis leyes, no habían seguido mis preceptos y habían profanado mis sábados, por el apego que tenían a sus ídolos. Con todo, tuve compasión de ellos, de manera que no los destruí ni los exterminé en el desierto.
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