I Reyes 15, 11-23

Asa hizo lo recto a los ojos de Yahvé, como David, su padre. Arrancó de la tierra a los consagrados a la prostitución idolátrica e hizo desaparecer los ídolos que sus padres se habían hecho;" y hasta despojó a su abuela, Maaca, de la dignidad de reina, porque se había hecho una “asera” abominable; tomo la abominación y la quemó en el torrente de Cedrón." Pero no desaparecieron todos los altos, aunque el corazón de Asa estuvo enteramente con Yahvé durante toda su vida. Llevó a la casa de Yahvé cosas consagradas por su padre y por él mismo: plata, oro y utensilios. Hubo guerra entre Asa y Basa, rey de Israel, durante toda su vida. Basa, rey de Israel, subió contra Judá y fortificó Rama para impedir a Asa, rey de Judá, salir y entrar. Asa tomó toda la plata y todo el oro que habían quedado en el tesoro de la casa de Yahvé y el tesoro de la casa del rey y se lo entregó a sus servidores, que envió a Ben Adad, hijo de Tabrimón, hijo de Jezyión, rey de Siria, que residía en Damasco. El rey Asa le dijo: “Que haya alianza entre ti y mí, como la hubo entre mi padre y tu padre. Te mando este presente de plata y oro. Rompe la alianza con Basa, rey de Israel, para que éste se aleje de mí.” Ben Adad escuchó a Asa y mandó a los jefes de su ejército contra las ciudades de Israel; y devastó a lyón, Dad, Abel Maaca, todo el Quenefet y toda la tierra de Neftalí." Cuando Basa supo esto, cesó de fortificar a Rama y se volvió a Tirsa. El rey Asa convocó a todo Judá, sin excepción, y se apoderó de las piedras y de la madera que Basa empleaba en las fortificaciones de Rama, y el rey Asa se sirvió de ellas para fortificar a Gueba de Benjamín y Misfa. El resto de los hechos de Asa, todas sus hazañas, cuanto hizo, las ciudades que edificó, ¿no está escrito en el libro de las Crónicas de los reyes de Judá? Al tiempo de su vejez estuvo enfermo de los pies.
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