I Samuel 1, 18-25

-- -- Al volver del tiempo, había concebido y parido Ana un hijo, al que puso por nombre Samuel, porque a Dios se lo había pedido;" y subió Elcana con toda su casa a sacrificar a Yahvé el sacrificio anual y cumplir su voto. Ana no subió, sino que dijo a su marido: “Cuando el niño se haya destetado, yo le llevaré para presentárselo a Yahvé y para que se queda ya allí para siempre.” Elcana, su marido, le dijo: “Haz lo que mejor te parezca. Quédate hasta que le destetes y que Yahvé cumpla tu palabra.” Quedóse la mujer en casa, amamantando a su hijo hasta que le destetó. Destetado, le subió consigo, llevando un toro de tres años, un “efá” de harina y un odre de vino, y le condujo a la casa de Yahvé en Silo. El niño iba con ella. Inmolaron el toro, y Ana, la madre del niño, presentó éste a Helí.
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