I Samuel 31, 11-13

Los habitantes de Jabes Galaad, habiendo sabido lo que los filisteos habían hecho con Saúl, reunieron a los más valientes, y, después de marchar durante toda la noche, llegaron hasta Betsán, y, tomaron de sus murallas el cadáver de Saúl y los de sus hijos, se volvieron con ellos a Jabes, donde los quemaron. Tomaron sus huesos y los sepultaron bajo el terebinto de Jabes, y ayunaron siete días.
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