II Crónicas  13, 3-15

Reunió Abías un ejército de hombres de guerra escogidos y valientes, de cuatrocientos mil hombres, y Jeroboam se ordenó en batalla contra él con ochocientos mil hombres de guerra escogidos y valerosos. Alzóse Abías en el monte de Semarom, de las montañas de Efraím, y gritó: “Oídme, Jeroboam y todo Israel: ¿No sabéis vosotros que Yahvé, Dios de Israel, dio a David el reino sobre Israel para siempre a él y a sus hijos en pacto de sal? Pero Jeroboam, hijo de Nabat, siervo de Salomón, hijo de David, se levantó y se rebeló contra su señor, y allegándose a él hombres vanos y perversos, se sobrepusieron a Roboam, hijo de Salomón, porque Roboárn mozo e inexperto, no se defendió contra ellos. Ahora tratáis vosotros de triunfar contra el reino de Yahvé, que está en manos de los hijos de David, porque sois muchos. Pero tenéis con vosotros a los becerros de oro que Jeroboam os hizo por dioses. ¿No habéis arrojado de entre vosotros a los sacerdotes de Yahvé, a los hijos de Aarón y a los levitas, y os habéis hecho sacerdotes a la manera de las gentes de la tierra, para que cualquiera pueda consagrarse con un becerro y siete carneros, y ser así sacerdote de los que no son dioses? Para nosotros Yahvé es nuestro Dios; no le hemos dejado, y los sacerdotes ministros de Yahvé son los hijos de Aarón, y los levitas cumplen sus funciones." Queman a Yahvé los holocaustos cada mañana y cada tarde y los perfumes aromáticos; ponen los panes sobre la mesa limpia y el candelero de oro con sus lámparas cada tarde, para que ardan, porque nosotros guardamos los mandatos de Yahvé, nuestro Dios, mientras que vosotros los habéis dejado." Y Dios está, pues, con nosotros a nuestra cabeza, y están con nosotros los sacerdotes con sus trompetas, para hacerlas resonar contra vosotros. Hijos de Israel, no hagáis la guerra a Yahvé, el Dios de vuestros padres, porque no os irá bien.” Jeroboam hizo que rodeara una emboscada para acometer a los de Judá por la espalda, atacándoles así de frente y por la espalda;" y cuando Judá se percató, tenía a Israel de frente y a las espaldas. Clamaron los de Judá a Yahvé, y los sacerdotes tocaron las trompetas, dieron sus gritos, y así como alzaron sus gritos, Dios desbarató a Jeroboam y a todo Israel delante de Abías y de Judá.
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