II Macabeos 15, 25-29

Los de Nicanor avanzaban al son de las cornetas y de los cantos guerreros, en tanto que los de Judas llegaron a chocar con los enemigos en medio de súplicas y oraciones. Y mientras luchaban con las manos, oraban en su corazón a Dios; y así, magníficamente fortalecidos por esta manifestación de Dios, echaron por tierra no menos de treinta y cinco mil hombres." Terminada la lucha y entregados a la alegría, hallaron que, revestido de sus armas, estaba Nicanor entre los muertos. Se produjo un gran clamor y alborozo, bendiciendo al Señor en la lengua patria.
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