II Reyes  25, 4-30

Entonces abrieron brecha en la ciudad, y toda la gente de guerra huyó de noche por el camino de la puerta entre los muros, cerca del jardín del rey, mientras los caldeos tenían cercada la ciudad. Los huidos tomaron el camino del Araba;" pero el ejército de los caldeos persiguió al rey y le dio alcance en los llanos de Jericó, y todo su ejército se dispersó, dejándole. Apresaron al rey y le llevaron al rey de Babilonia, a Ribla, y le sentenciaron. Los hijos de Sedecías fueron degollados en su presencia; a Sedecías le sacaron los ojos, y, cargado de cadenas de bronce, le llevaron a Babilonia." El día séptimo del quinto mes — era el año diecinueve del reinado de Nabucodonosor en Babilonia —, Nebuzardán, jefe de la guardia, servidor del rey de Babilonia, entró en Jerusalén, quemó el templo de Yahvé, el palacio real y todas las casas de Jerusalén. Todo el ejército de los caldeos, que estaba con el jefe de la guardia, demolió las murallas que rodeaban a Jerusalén. Nebuzardán, jefe de la guardia, llevó cautivos a los que habían quedado en la ciudad, de los que se rindieron al rey de Babilonia, y al resto de la gente, fuera de algunos pobres que dejó, como viñadores y labradores. Los caldeos rompieron las columnas de bronce que había en la casa de Yahvé, las basas, el mar de bronce que había en la casa de Yahvé, y se llevaron el bronce a Babilonia. Cogieron los ceniceros, las tenazas, las palas, los cuchillos, las tazas y todos los utensilios de bronce con que se hacía el servicio. El jefe de la guardia cogió también los braseros y las copas y todo cuanto era de oro y cuanto era de plata. Las dos columnas, el mar, las basas que Salomón había hecho para la casa de Yahvé; todos los utensilios de bronce tenían un peso incalculable." La altura de una columna era de dieciocho codos, y tenía encima un capitel de bronce de tres codos de altura, y en derredor del capitel había trenzados y granadas, todo de bronce; y lo mismo la otra columna." El jefe de la guardia cogió a Sarayas, el sumo sacerdote; a Sofonías, el segundo sacerdote, y a los tres guardias del atrio;" y de la ciudad, a un eunuco, que tenía a sus órdenes la gente de guerra; a cinco hombres de los consejeros del rey, que fueron encontrados en la ciudad; al secretario del jefe del ejército encargado del alistamiento y a sesenta más del pueblo que se hallaban en la ciudad." Nebuzardán, jefe de la guardia, los cogió y los llevó a Ribla, al rey de Babilonia. El rey de Babilonia les dio muerte en Ribla, en tierra de Jamat. Así fue llevado cautivo Judá lejos de su tierra. Nabucodonosor puso el resto del pueblo que quedaba en la tierra bajo el gobierno de Godolías, hijo de Ajicán, hijo de Safan. Cuando los jefes de las tropas supieron, ellos y sus hombres, que Godolías había sido puesto por el rey de Babilonia como gobernador del territorio, vinieron a Godolías, a Misfa, Ismael, hijo de Netanía; Jojanán, hijo de Careaj; Sarayas, hijo de Tanjumet, de Neftoa, y Jazanía, hijo de un macateo, con sus gentes." Godolías les juró a ellos y a sus hombres, diciéndoles: “No temáis nada de parte de los caldeos; quedaos en la tierra, servid al rey de Babilonia, y os irá bien.” Pero el séptimo mes, Ismael, hijo de Netanía, hijo de Elisama, de sangre real, vino acompañado de diez hombres, e hirieron mor-talmente a Godolías, así como a los judíos y caldeos que estaban con él en Misfa. Entonces todo el pueblo, pequeños y grandes, los jefes y sus tropas, se levantaron y se fueron a Egipto por temor de los caldeos. El año treinta y siete de la cautividad de Joaquín, rey de Judá, el día veintisiete del duodécimo mes, Evil Merodac, rey de Babilonia, el año primero de su reinado, alzó la cabeza de Joaquín, rey de Judá, y le sacó de la prisión. Le habló con benevolencia, y puso su trono por encima de los tronos de los reyes que con él estaban en Babilonia. Le hizo quitar sus vestidos de preso, y ya siempre comió a su mesa todo el tiempo de su vida. El rey proveyó constantemente a su mantenimiento todo el tiempo de su vida.
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