Deuteronomio  31, 7-23

Llamó, pues, Moisés a Josué y le dijo ante todo Israel: “Esfuérzate y ten ánimo, porque tú has de entrar con este pueblo en la tierra que a sus padres juró Yahvé darles, y tú los pondrás en posesión de ella;" y Yahvé marchará delante de ti, estará contigo y no te dejará ni te abandonará; por esto no has de temer ni acobardarte.” Escrita esta Ley, entregósela Moisés a los sacerdotes, hijos de Leví, que llevan el arca de la alianza de Yahvé, y a todos los ancianos de Israel, mandándoles: “Al fin de cada septenio, al llegar el año de la remisión, en la fiesta de los Tabernáculos, cuando vendrá todo Israel a presentarse ante Yahvé, tu Dios, en el lugar que El elija, leerás esta Ley ante todo Israel, a sus oídos. Reunirás al pueblo, hombres, mujeres y niños, y a todos los peregrinos que se hallen en tus ciudades, para que la oigan y aprendan a temer a Yahvé, vuestro Dios, y estén siempre atentos a cumplir todas las palabras de esta Ley. Especialmente vuestros hijos, que nada saben de ella, habrán de oírla, para aprender a temer a Yahvé, vuestro Dios, todo el tiempo que viváis sobre la tierra a la cual os dirigís, en pasando el Jordán, para apoderaros de ella.” Entonces dijo Yahvé a Moisés: “Mira que ya se acerca para ti el día de tu muerte; llama, pues, a Josué, y esperad a la entrada del tabernáculo de la reunión que le dé yo mis órdenes.” Fueron, pues, Moisés y Josué y esperaron a la entrada del tabernáculo de la reunión." Aparecióse Yahvé en el tabernáculo, en la columna de nube, a la entrada del tabernáculo, y dijo Yahvé a Moisés: “He aquí que vas ya a dormirte con tus padres, y este pueblo se levantará y se prostituirá ante dioses ajenos, los de la tierra adonde va, y me dejará y romperá mi pacto, el que con él he hecho;" y se encenderá entonces mi furor contra él, y yo los abandonaré y esconderé de ellos mi rostro, y los devorarán, y vendrán sobre ellos muchos males y aflicciones; y entonces se dirán: ¿No es por no estar ya mi Dios en medio de mí por lo que sobre mí han venido todos estos males y aflicciones?" Y yo entonces ocultaré mi rostro de ellos por tanto mal como hicieron yéndose tras otros dioses. Escribid, pues, este cántico; enseñádselo a los hijos de Israel, ponédselo en su boca, para que este cántico me sirva de testimonio contra los hijos de Israel;" porque cuando yo los haga entrar en la tierra que con juramento prometí a sus padres, tierra que mana leche y miel; cuando hayan comido y se hayan hartado y hayan engordado, se volverán a otros dioses y los servirán, y a mí me despreciarán y romperán mi alianza." Y cuando venga sobre ellos una muchedumbre de males y aflicciones, este cántico dará testimonio contra ellos, porque no se dará al olvido en la boca de sus descendientes. Porque yo conozco su índole y veo lo que hoy hace aun antes de haberle introducido en la tierra que juré darles.” Escribió, pues, Moisés este cántico aquel día y se lo enseñó a los hijos de Israel. A Josué, hijo de Nun, le mandó y le dijo: “Esfuérzate y ten ánimo, que tú introducirás a los hijos de Israel en la tierra que les he jurado y yo seré contigo.”
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