Eclesiástico 10, 1-34

El juez sabio instruye a su pueblo, y el gobierno del discreto es ordenado. Según el príncipe, así son sus ministros, y según el que rige la ciudad, así sus moradores. El rey ignorante pierde a su pueblo, y la ciudad prospera por la sensatez de sus príncipes. En manos del Señor está el gobierno de la tierra, y en cada tiempo pone sobre ella a quien le place. En la mano del Señor está la fortuna del hombre; es El quien confiere al soberano su majestad." No vuelvas a tu prójimo mal por mal, cualquiera sea el que él te haga, ni te dejes llevar de la soberbia. La soberbia es odiosa al Señor y a los hombres, y contra ambos peca quien comete injusticia. El imperio pasa de unas naciones a otras por las injusticias, la ambición y la avaricia. ¿De qué te ensoberbeces, polvo y ceniza? Ya en vida tienes las entrañas llenas de podredumbre. (TEXTO OMITIDO) Una ligera enfermedad, el médico sonríe;" pero hoy rey, mañana muerto. Al morir el hombre, su herencia serán las sabandijas, los bichos y los gusanos. El principio de la soberbia es apartarse de Dios y alejar de su Hacedor su corazón. Porque el pecado es el principio de la soberbia, y la fuente que le alimenta mana maldades. Por esto el Señor mandará tremendos castigos y los exterminará de raíz. Los tronos de los príncipes derriba el Señor, y en su lugar asienta a los mansos. El Señor arranca de raíz a los soberbios y planta en su lugar a los humildes. Las tierras de las naciones las destruye el Señor y las arrasa hasta los cimientos. Ya ha destruido y arrasado algunas y borró de la tierra su memoria. (TEXTO OMITIDO) No es propio de hombres la soberbia, ni la cólera furiosa de los nacidos de mujer. ¿Cuál es la progenie honrada? La progenie humana. ¿Cuál es la progenie honrada? La de los que temen al Señor.¿Cuál es la progenie infame? La progenie humana. ¿Cuál es la progenie infame? La de los que quebrantan los preceptos. Entre sus hermanos es honrado el jefe, pero los que temen al Señor son más que él. Rico, noble o pobre, su gloria está en el temor del Señor. No es justo afrentar al discreto ni conviene honrar al hombre prepotente. El grande, el juez y el poderoso son honrados, pero ninguno mejor que el que teme al Señor. Al siervo sabio le servirán los libres, y el varón docto no se queja. No alardees de sabio al hacer tus obras y no te gloríes al tiempo de la angustia. Mejor es quien trabaja y abunda en bienes que el pretencioso que carece de pan. Hijo mío, honra tu alma con la modestia y dale el honor de que es digna. ¿Quién justificará al que peca contra su alma y quién honrará al que a sí mismo se deshonra? Hay pobres que son honrados por su prudencia y hay quien sólo es honrado por su riqueza. Y quien es honrado en la pobreza, ¡cuánto más lo será en la riqueza! Y el que es deshonrado en la riqueza, ¡cuánto más lo será en la pobreza!
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