Genesis 26, 13-25

Engrandecióse y fue creciendo cada vez más, hasta hacerse muy poderoso. Tenía mucha hacienda de ovejas y bueyes y mucha servidumbre, y los filisteos llegaron a envidiarle. Todos los pozos abiertos por los siervos de su padre, Abraham, los cegaron los filisteos, llenándolos de tierra. Dijo Abimelec a Isaac: “Vete de aquí, porque has llegado a ser mucho más poderoso que nosotros.” Fuese Isaac y acampó en el valle de Guerar, y habitó allí. Volvió a abrir los pozos abiertos en tiempo de Abraham, su padre, cegados por los filisteos después de la muerte de Abraham, dándoles los mismos nombres que les había dado su padre. Cavaron los siervos de Isaac en el valle, y alumbraron una fuente de aguas vivas;" pero los pastores de Guerar riñeron con los de Isaac, diciendo: “Estas aguas son nuestras.” Y llamó al pozo Ezeq, porque había habido riña por él. Excavaron sus siervos otro pozo, por el cual hubo también un altercado, y lo llamó Sitna. Yéndose más lejos, excavó otro pozo, por el cual no hubo ya querellas, y le llamó Rejobot, diciendo: “Ahora ya nos ha dado Yahvé holgura y prosperaremos en esta tierra.” Subió después a Bersebá, y se le apareció Yahvé en la noche, y le dijo: “Yo soy el Dios de Abraham, tu padre; nada temas, que yo estoy contigo: Yo te bendeciré y multiplicaré tu descendencia por Abraham, mi siervo.” Alzó allí un altar e invocó el nombre de Yahvé; plantó allí su campamento, y abrieron también allí sus siervos un pozo."
Ver contexto